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A partir de 2025, varias ciudades de España comenzarán a implementar restricciones para vehículos con etiquetas medioambientales B y C, según las normativas de la Unión Europea. Esta medida busca reducir la contaminación en áreas urbanas, siguiendo la obligación de definir Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en localidades con más de 50,000 habitantes o con altos niveles de polución.

En Cataluña, las restricciones serán las más severas del país, ya que desde 2026 se prohibirá la circulación de vehículos con etiqueta B en todas las ciudades con más de 20,000 habitantes. Estos vehículos son aquellos de gasolina matriculados a partir de 2001 y diésel matriculados desde 2006. Se prevé que, para 2028, esta medida se amplíe a ciudades como Barcelona y Gerona.

Otras ciudades, como Bilbao y San Sebastián, también se están alineando con estas políticas, con restricciones programadas para 2025 y 2028, respectivamente. En Palma de Mallorca y Málaga, los vehículos con etiqueta B tendrán un respiro hasta 2027, mientras que los de etiqueta C podrán circular libremente en Palma hasta 2030.

Madrid, por su parte, ya aplica ciertas restricciones en sus ZBE, aunque los vehículos con etiquetas B y C aún pueden acceder bajo condiciones específicas. La presión aumenta para que los conductores evalúen el estado de sus vehículos y las etiquetas que poseen, ante el avance de estas medidas.

La transición hacia una movilidad más sostenible se intensifica, y los propietarios de coches contaminantes deben adaptarse a este nuevo panorama. "Según las normativas de la UE, las ciudades están obligadas a establecer estas medidas para mejorar la calidad del aire," informan fuentes del sector.